Siempre tuve una relación cercana con mi tía Vilma. Para comenzar ella vivía con mi abuelita en la calle Callao y yo a una cuadra en la calle Lima. Ella es la tercera hermana de mi madre. Diré que la familia de mi madre estuvo compuesta por : Joaquín, el padre, ya fallecido; Josefa, la madre, a la vez mi querida abuelina, ya fallecida ; Maruja,mi madre, luego mis tíos Emma, Vilma, Melania, Heber y Carlos. Recuerdo que mi tía Vilma trabajaba en el Colegio de Aplicación en Sullana. Y en transición ( cuando tenía 6 ó 7 años ) me comenzó a incentivar con mucho afecto para que estudiara y para que sea el mejor del salón. Varias veces estudiamos juntos y le agradezco su paciencia para enseñarme. Cuando ingresé a estudiar al colegio "Santa Rosa" existía la costumbre de entregar las libretas de notas con el orden de mérito cada 15 días. Iba el Director, Hermano Tomás García Rabanal aula por aula y entregaba en voz alta y públicamente la libreta a cada alumno y lo felicitaba según sea el caso. En la primera quincena de clases el primero de la clase fue Matallana un hijo de un oficial del ejército. Yo tenía el puesto 19 y creí que la nota era 19. Llegué corriendo a casa y le conté alegre a mi tía que había sacado 19, se sonrió y me explicó la verdad. Me alentó a ser el primero y me dijo "si sacas el primer puesto a fin de año te regalo una bicicleta". Después fui el puesto 12do. luego el puesto 2do. y en adelante me alternaba en el primer puesto con Matallana. En julio sacó el primer puesto general nuevamente Matallana, yo fui segundo, pero al final del año el primero fui yo. Por supuesto recuerdo la ceremonia de clausura en el anfiteatro del colegio ( este anfiteatro tiene un aforo para 400 a 500 personas, si no recuerdo mal ) la solicitud del profesor ,animador de la ceremonia, por micrófono para que suba al proscenio porque había obtenido el primer puesto, la estancia en el podio y los aplausos de los padres de familia, de los profesores y de los alumnos. Recuerdo mucho cuando me entregaban el diploma y la medalla de oro y luego bajaba y se la entregaba a mi madre. Después llegaba a casa y buscaba a mi tía. Y por supuesto me felicitó y me dijo "vamos a los almacenes Valdiviezo para comprarte la bicicleta." Fuimos y me compró una bicicleta grande marca "Velamos" que con las justas podía alcanzarla. Para no aburrirlos les diré que los siguientes años me regaló un reloj Seiko enchapado en oro, una propina semanal cada sábado ( durante todo el año ) que me alcanzaba para ir a la función de matineé los domingos y para una gaseosa ( eso era increíble, como por méritos propios había logrado algo que muy pocos niños de mi status social podían disfrutar ); además, una colección de libros de pasta verde de 5 tomos en la que conocí al hindú premio nóbel de literatura Rabindranat Tagore y muchas cosas más. Lo genial ,y que siempre agradeceré, es que me enseñó a estudiar, a preocuparme por los placeres intelectuales y a ser un competidor leal y respetar al adversario. Cada año le entregaba el diploma y la medalla de oro a mi madre y luego a mi tía quien correspondía con un regalo cada vez. Disculparán la falta de modestia pero así logré ser el primer puesto desde primero de primaria hasta quinto de secundaria y logré el premio de excelencia del colegio. Yo tuve la gran bendición de Dios de tener como madre a Marujita, como tía a mi tía Vilma y a varios tíos profesores. Esa ventaja se traducía en que eran unos excelentes asesores, mi tía Vilma era la Jefe de mi Gabinete de asesores, mi tío Heber fue un gran asesor mío en Letras, mi tío Víctor Guerrón lo fue de todo un poco y mi tío Felipe,esposo de mi tía Melita ( hermana de mi madre ) fue un excelente asesor en matemáticas. Cuando los veía decía para mí : "cuando sea grande quisiera saber tanto o más de lo que saben mis tíos". Mi tía Vilma con el tiempo siguió arengándome y ya fue fácil, había sembrado un germen vigoroso ( el afán por aprender ) que me acompaña hasta hoy. Diré que a mi tía le gusta escribir y es una buena declamadora de poesías. Mi tía vive actualmente en Sullana, está casada con Guillermo Valdivieso. Y tiene la satisfacción de que sus tres hijos son muy buenas personas y profesionales : Fiorella ( Licenciada en Administración de Empresas ), Franklin ( ingeniero Industrial y profesor universitario ) y Antonio ( Ingeniero Agrónomo ). Cuando alguna vez he ido a Sullana de todas maneras visito su casa y siempre me ha recibido con una comida norteña y sobretodo el cariño familiar. De mi tía he aprendido a estimular a mis hijos , siempre les digo que son unos genios y los hago creer en sus fuerzas y en su talento, y por sobretodo y antes que todo, que sean unos buenos muchachos. Tía, tú sabes que siempre te llevo en el corazón y que el mejor homenaje para ti es tratar siempre de ser una buena persona, y estoy tratando, cada día, de no defraudarte y de que, como antes, como mucho antes, te sientas orgullosa de tu sobrino. Que Dios te bendiga siempre. ( alfredo guerrón.)
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